Finalmente pasó lo que tenía que pasar.
Ocurrió lo inevitable.
Sucedió lo que debía suceder.
El Bbcio se golpeó la cabeza y exclamó -en su vocecita minima de individuo que aún no cumple los 24 meses de vida- "P*TA MADRE".
Y yo que tenia dudas de que mi hijo aprendiera bien a hablar castellano!
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